Todo empieza
y todo acaba en ti, no hay camino que no conduzca a pensar, a sentir, a soñar,
a creer, a rogar, a necesitar de tu presencia. Todos los pasajes recorridos me
conducen a la delicia de tus besos, al encanto de tus brazos, a la suavidad de
tus manos, a la tentación de tus caricias. Todo se resume en fantasía, en
encanto, en amor. Sobre todo en amor.
Todo empieza
y todo acaba en ti, desde que el sol conquista las alturas hasta que pierde la
batalla contra las sombras, cada segundo que transcurre es un sueño de ojos
abiertos y perdidos en la posibilidad de volverte a ver. Mas allá de eso, el
encuentro es siempre constante, es siempre verdadero, estas siempre, por suerte
para mi alma, al alcance de un abrazo. A la distancia de un suspiro.
Todo empieza
y todo acaba en ti, y no existen justificaciones ni razones científicas que
puedan demostrarlo. Pero, la abstracta sensación en cada latido de un corazón que
revive, más y más, desde que estamos en la misma ruta, confirma y refuta todas
las teorías. Sin métodos ni teoremas, simplemente creyendo y dejando que sea,
sintiendo y soñando, andando y buscando porque, de una forma u otra, todo
empieza y acaba en ti.
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