No me mires
a los ojos,
mirame al
corazón,
a la fuerza
de mis palabras,
a la
delicadeza de mi acción.
No me
juzgues por lo que oyes,
hasta el
mas acertado comete errores,
hasta el
sordo distingue el ruido de la música,
la verdad
de la fantasía.
No me
llames,
no me
busques,
deja que el
camino nos encuentre,
que la
rueda nos devuelva al origen
y nos
choque,
nos
enfrente a la misma realidad.
No me
arrastres porque no me muevo,
me deslizo
con sigilo por las arenas del tiempo
marcando el
pasado del futuro,
afirmando
en la piedra el presente.
No me mires
a los ojos,
besame el
corazón.
Abrazame el
alma para poder soñar,
para llegar
al suelo,
para llegar
al refugio,
al
encuentro,
para abrir
las puertas clausuradas,
para ser y
no parecer.
No me beses
a los ojos,
abrazame el
alma
y sosteneme
el corazón.
no me
atrapes,
liberame,
liberame,
y besame.