Me desperté y ya no estabas, te habías ido. Intente
volver a dormir, cerrar los ojos y devolverme a los sueños donde estabas
conmigo. Donde no tenía miedo. Donde no sentía la ausencia. Tu ausencia. Donde no
me pesaba el sufrimiento. Cerré los ojos esperando que al abrirlos todo hubiera
desaparecido salvo vos. Salvo vos y tus manos. Hice el intento pero fue en
vano. No conseguí caer en ese abismo de dominios idílicos. El intento de siesta
se convirtió en tortura, en desespero porque me desperté y ya no estabas. Volver
no es tan fácil. Abandonado por completo hice una nueva prueba, viaje con la imaginación,
obligándola, hacia donde podrías estar. Llegue rápido, sin dudas ni problemas. Llegue
tan deprisa que no te vi, no te encontré. Ya debías haberte marchado, también,
de allí.
Me desperté y sacudí el peso de la frustración,
mis hombros comenzaban a arquearse de sufrimiento, de cansancio, de pena. Quise
bajar las cargas innecesarias, las culpas, el abandono pero, no supe hacerlo. Estaba
solo, te habías ido y yo no pude decirte nada. No pude acariciar tus mejillas
suaves. Peor aun, no pude regalarte las palabras que tantas veces había pensando.
Que tantas veces había sentido. Intente comenzar el día pero la noche todavía era
dueña de este momento. Se hace difícil decidir que hacer cuando el abandono es
la sensación que la piel desprende. El reloj no avanzaba, estaba clavado sin ánimos
de trabajar. Una huelga generalizada. Una condena para mí. Un castigo
injustificado. Una necesidad interminable de abrazarte.
Me desperté y ya no estabas, ¿Dónde te habrás
ido? Fueron muchos los días que esperé para volverte a ver y te fuiste tan rápido
que no tuve noción del instante que tus besos fueron míos. No recuerdos si así fue
o es lo que desee. Ya no estabas y el vacío se hizo lugar, que paradoja. La nada
absorbió el todo y yo era uno más en medio de ese desierto. Me desperté pero quería
dormir, quería volver a algún lugar que no sea este. A ese lugar donde vos te habrás
ido. Me desperté y ya no estabas pero, con resignación y suspiros perdidos en
la desesperanza, volví a dormir, quizás mañana, cuando me toque despertar,
vuelvas a mí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario