martes, 27 de marzo de 2012

Dije que no volvería...


Dije que no volvería a caer en esta tentación. Que no volvería a repetir los vicios y errores cometidos a lo largo del tiempo. Y aquí estoy, reincidiendo. Aquí estoy, nuevamente, abriendo el pecho para que mi corazón vuele y sea sincero, otra vez.
Dije que no volvería a pisar los caminos que me llevaron a la condena y el sufrimiento. Que evitaría cualquier camino sinuoso y complicado con el fin de asegurarme un poco de tranquilidad. Y aquí estoy, nuevamente, rodando cuesta abajo en un atajo que promete acortarme distancias y dolores. Que me prometió sonrisas y placeres.
Dije que no volvería a soñar mientras estuviera despierto, que me limitaría a cerrar los ojos cada vez que quisiera ir mas allá de lo que mi cuerpo puede. Que no permitiría, nuevamente, sentirme limitado por las ataduras que le impongo a mi alma cuando no puedo volar. Y aquí estoy, en el aire, flotando como un ave que comienza su travesía migratoria por los fríos que se avecinan. Aquí estoy, con los ojos abiertos viéndote de frente y soñando.
Dije que no volvería a derramar lágrimas inútiles e innecesarias, que no permitiría volver a doblegarme ante la compasión de mis semejantes a causa del dolor que brota de mis ojos. Dije que iba a ser fuerte y hoy vuelvo a ser frágil. A sentir el ardor en el corazón que se aprieta cada vez que suspiro porque no puedo besar tus labios. Porque no puedo abrazarme a tu cuerpo y reposar allí, eternamente.
Dije que no volvería a hacer tantas cosas y siempre olvide que mi esencia, mi ser, no esta en la vereda que quise pararlo y hacerlo andar. Quise caminar cuando sabia que mis alas no lo permitirían. Dije que no volvería a amar y aquí estamos, juntos. Vos y yo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario