lunes, 5 de marzo de 2012

Calesita


Hoy quise bajarme de la calesita,
bajar un cambio y cambiar de rumbo,
cambiar el aire,
el cielo,
el frío,
el calor.
Quise bajarme para ir en sentido contrario,
para ver si los que vienen atrás me chocan,
me evitan.
Para verlos de frente y gritarles,
para evitar el evitar hacer algo y decirles,
y reclamarles y exigirles.
Hoy necesitaba ser loco y viajar de contramano
para entender a los que van para atrás,
para comprender lo que es retroceder con voluntad,
para pisar de espaldas y juzgar de frente.
Quería ver qué me encontraba,
con quién,
con quien no,
quién venia conmigo,
quién me había abandonado hace rato.
Hoy necesitaba bajarme de la rueda para verla,
para analizarla, para sentirla,
para no volver a subir,
pero no pude.
Ni los caballos de madera,
ni las naves espaciales me llevaron lejos,
estaba clavado, condenado.
Quería bajarme pero no tenía forma,
no sabia como hacerlo,
hice lo que siempre,
seguí andando hasta la siguiente campanada,
hasta que frenara,
donde se detuviera la vuelta,
hasta que todo volviera a empezar,
y quiera volver a bajar.

1 comentario:

  1. Mientras uno está arriba de la calesita tiene la posibilidad de que las manos rápidas ganen otra vuelta. Es uno el que debe decidir si usar la sortija o no, si me gustaría más ver la calesita o ver desde la calesita.
    MUY BUENO

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