Andaba
leyendo, buscando una razón, un motivo, una consecuencia, una excusa, algo que
me diera una punta del ovillo para poder escribir. Contar mi desventura o mi
hazaña. Intentaba encontrar palabras que pudieran ser ese puntapié perfecto que
luego me llevara directo a una catarata de palabras, oraciones y muchas cosas
más.
Andaba
leyendo, navegando por diversos autores ignotos, como yo, que sueltan como
barquitos las creaciones que salieron de lo profundo del alma a un mar plagado
de olas enormes. Muchos intentos sucumbirán. Otros, podrán llegar lejos pero,
también se hundirán. Algunos pocos, que lograron surcar tempestades y
acantilados filosos, llegarán a horizontes de luz donde trascenderán el tiempo
y el espacio.
Andaba
leyendo, buscando una idea que formara muchas más y así escribir algo pero, no
encontré nada. No encontré más que intentos, que creaciones absurdas, copias
mal hechas de grandes pensadores. Palabras gastadas que prometen ciertos hechos
que la imaginación se canso de idealizar. Pero, mientras andaba en esa odisea
por dar con un destino, llegue aquí. A estos renglones de autojustificación y
creación, donde suelto una barca, pequeña o grande, no se, con la ilusión de
que llegue lo mas lejos que pueda. Que sobreviva, como tantas, a la suerte que
le ha tocado tener.
No hay comentarios:
Publicar un comentario