La noche doblega
al día, los dominios de la oscuridad están a punto de adueñarse de los
rincones. De las calles y sus habitantes. La luz perderá la batalla por algunas
horas pero, hará el intento de mantenerse deslumbrante mientras pueda. La Luna,
testigo de este avance y de la irremediable conquista, está posada expectante
de ver que sucede. Las estrellas completan el telón negro que cubre por
completo el cielo que, hasta hace un rato, era radiante y celeste. El sol,
ahora en reposo, desde atrás sigue influyendo en las penumbras.
No queda
espacio para que los hermanos compartan el tiempo. No hay manera, salvo algunas
excepciones, que ambos estén juntos, brillando al mismo tiempo. Uno depende del
otro pero juntos, combinados, forman un espectáculo que no todos los días puede
vislumbrarse. Ni con el ojo desnudo ni con la suerte de verlo cuando se desea,
ellos dos han predicho catástrofes y adornado los observatorios. Un eclipse, de
sol o de Luna, es algún único, es la obra maestra de estar alineados en el
mismo momento, en la misma posición. Es la verdadera razón, y justificación, de
que realmente las cosas suceden cuando deben ser, y en el momento adecuado. Cuando
todo está perfectamente en línea, los resultados se consiguen y los frutos están
a la vista.
ALINEADOS O ALIENADOS???
ResponderEliminarMUY BUENO!!