jueves, 26 de enero de 2012

No se, quizás...

¿Qué pasa cuando no estas? ¿Cuando te vas? ¿Qué sucede en los momentos que dejamos de estar, físicamente, presente, delante de aquellos que nos aprecian? ¿Y de los que nos odian? ¿Qué dirán? ¿Dirán todo lo que creen? ¿Será bueno? ¿Malo? ¿Importa a esta altura del partido saberlo? ¿Hablaran de mi cuando no estoy? ¿Se acordarán? ¿Será que la estela de nuestra ausencia todavía provoca reacciones en los que nos acompañaron? ¿Mi ausencia será un alivio? ¿Me extrañarán? ¿Volver a verlos es la forma de que me sigan recordando? ¿O si no me ven durante un largo tiempo me recordaran mas y mejor? No se, quizás. A muchos los adoran cuando una buena cantidad de tierra los cubre. Los pecados son perdonados. Hasta el más aberrante. Entonces, ¿Debe ser negocio para los tiranos, asesinos, abusadores, violadores, ladrones  caer en la fosa, recibir el peso de las flores que crecen arriba, si con eso consigue el perdón? ¿O todavía nos queda memoria y seremos capaces de recordar como debe ser y condenar cuando tiene que ser? No se, quizás.

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