Pensaba en la guerra que nunca
acabará para aquellos que volvieron. En lo tortuoso que debe ser transitar la
realidad sin que la mayoría note el esfuerzo realizado hace tiempo atrás. Sacrificio
que valió la vida y la muerte de tantos. Los que fueron y volvieron, los que
fueron y no volvieron lo saben. Lo sienten. Les duele. No tengo dudas.
Pensaba en la guerra que nunca
se acabará no porque sigan los estruendos y las luces trazantes que llevan
muerte donde van sino porque la lucha es constante contra el olvido. La
discriminación y el menosprecio hacen que la mochila se mas pesada de lo que ya
es. El despropósito de llamar niños a los hombres y ex a los que todavía lo son
lo prueban. Las marcas de la realidad de este lado del océano se hacen tanto, o
más, evidentes que las sufridas en medio del infierno.
Pensaba en la guerra que para
la sociedad solo es el día dos del mes de abril y el resto del año hay tregua. Tregua
que se da para los millones que olvidaron pero no para los que viven con la
memoria en la piel. Para los que despidieron a sus hijos, hermanos, padres o
amigos saben que ese día es el más intenso pero no es el único. El siguiente punza
hondo, mueve la astilla que estará eternamente clavada en el corazón.
Pensaba en la guerra pero
recordaba a los hombres y mujeres que asistieron al peor escenario que la raza
humana pueda presentar. En ellos que lloran sin perder el orgullo ni la
grandeza. En ellos que ríen pero esconden, seguramente, las penas de los
recuerdos. En ellos, cada uno de ellos, que no negaron el miedo y a diario lo
eluden. En ellos que todos abrazamos pero que, contadas veces, hablamos con
orgullo y honor de reconocerlos nuestros.
Pensaba en la guerra que nunca
acabará pero, lo más importante, son ellos y nada más. La gloria es de los que
hicieron y hacen grande a esta Nación. Ellos la ganaron hace rato. Es tiempo de
reconocerlos.
Muy bello. Honor y gloria a nuestros héroes!!!!
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