jueves, 19 de enero de 2012

Renovando esperanzas


Me detuve a sentir el silencio, me deje abrazar por la placentera sensación de que, en este instante, no se escucha nada. Ni un solo ruido, ni una melodía que surque el aire. La calma que refleja el paisaje hace cómplice a esta quietud. Colores interminables, formas variadas y, lo más bello, un horizonte infinito que comienza a teñirse de rojo. Que comienza a mezclarse con el oscuro color de la noche. De a poco, las parpadeantes estrellas comienzan a perder protagonismo y el brillo del único dominante de los cielos durante el día comienza a mostrarles que esta llegando. Una lucha sin fuego. Es, más bien, un mutuo acuerdo donde cada uno tiene su encanto y su tiempo para mostrarlo. El de la Luna, por hoy, también ha caducado. Un amanecer más y las esperanzas se renuevan. Una nueva oportunidad de hacer música en medio del silencio, de alcanzar los imposibles y disfrutarlos como a las estrellas, como al sol que lejos de aquí parecen tan al alcance de uno. De transformar las sombras en luz.

No hay comentarios:

Publicar un comentario