viernes, 30 de diciembre de 2011

Al borde

Estamos al filo de un nuevo año, con todo tipo de historias a cuestas. Con un bagaje importante porque, el hecho de vivir genera sensaciones, pesares, satisfacciones y glorias. Interminables experiencias que, buenas o malas, nos determinaron tal y como somos. A veces entendimos, a veces no. Pero mas allá de todo, queda un nuevo camino marcado. Una colección de deseos apilados en un tintero que, hasta ahora, para lo único que sirve es para acumular. Proyectos que renacen con el almanaque, como las dietas los lunes, que esta vez sí vamos a alcanzar. No se. Puede ser. Solo estamos cerrando un año, empezando otro. No estamos terminando de vivir, no estamos dejando de existir porque cambie el último digito de la fecha.  Estamos esperando que ese 2, en este caso, nos traiga a nuestros pies lo que, hasta hoy, no fuimos capaces de ir a buscar.
El año nuevo renueva, inyecta esperanza, motiva siempre y cuando echemos a rodar los engranajes de nuestra existencia, de nuestra pereza para, al fin, alcanzar el destino deseado.  Por un 2012 que no sea un año más, que este sea EL año.

No hay comentarios:

Publicar un comentario