Allá desprotegidos van
nuestros deseos,
la usurpación y la
necesidad,
de la mano y en declive
hacia el final,
nuestro final.
Andan con firmeza, con
convicción
como la pasión del enfermo
que poco a poco muere,
que a medida que el tiempo
pasa se consume,
se muere.
Cae por completo en la
lucidez
del desencanto y la
realidad,
de la mano van la locura,
el deseo
y vos,
y yo.
Despacio se alejan,
se van,
sin mirar atrás,
será un adiós sin adiós.
Se habrá desvanecido del
todo,
no habrá mas nada que contar,
el final nos consumirá
y la historia nos olvidará.
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