viernes, 14 de junio de 2013

Vivimos en una sociedad de mierda



Vivimos en una sociedad de mierda, si, así y sin demasiadas vueltas. Es una sociedad de mierda. Lo digo y lo vuelvo afirmar mil veces más. Porque estamos librados a nuestra suerte de que no nos pase nada y, si nos pasa, a tratar de sortearlo con la mayor holgura posible para que el daño no sea tan grave. No solo es inseguridad, no. Hay insensibles y asesinos que castigan animales, maltratan a los viejos y abandonan a pibes recién nacidos. ¿No es eso una sociedad de mierda? No tengo dudas que si. La basura diaria, la escoria que camina por las calles ya no distingue clases sociales, todos somos potenciales victimas o victimarios. Al necesitado le damos la espalda y, mientras mas lejos los problemas mejor.
Vivimos en una sociedad de mierda que lo único que mejora son las quejas y los comentarios por lo bajo pero ninguno se pone el overol para ver de que manera hacer algo para cambiar la realidad. Y, los que lo hacen, corren el riesgo de ser señalados como que quieren “prenderse del queso”, en el mejor de los casos. Y, el peor, que buscan beneficiarse con algo. Es lamentable. La solidaridad y el deseo de un futuro, ya no mejor, un futuro, es considerada como una oportunidad de sumar capital monetario y no de sumar valores a esta población de deficiente memoria.
Vivimos en una sociedad de mierda porque hacemos la vista gorda, y no nos importa, cuando las balas pican cerca. Mientras siga siendo así podremos descansar, no hay motivos para pensar que la suerte puede cambiar. Y si cambia, disparamos a los cuatro vientos buscando responsables sin asumir ni un poquito de la culpa. Porque, te cuento, estamos así por tu culpa, por mi culpa. Porque la comodidad del sofá es tanta que mientras no nos lo quiten no haremos reclamo alguno. Asumir la responsabilidad para luego buscar responsables es la mejor manera de entender que todo parte de casa y luego hacia arriba. Ayuda al que hace y no jodas si no queres sumar, de nada sirve poner otro palo en la rueda. Ya hay suficientes.
Vivimos en una sociedad de mierda, es indiscutible. Estamos superpoblando grandes ciudades que cada día están más parecidas a los pozos cloacales. Los soretes y las cagadas ya no taparon. Así que, aprontate y espera a que te toque porque, en cualquier momento, vamos estar ahogados entre toda la mierda que estamos generando. Vos, yo y los que tengan que nacer.

miércoles, 12 de junio de 2013

La hipocresía argentina



La hipocresía argentina nos hace parte del dolor de una familia mientras el cuerpo de la victima todavía esta caliente. Cuando el frío borro los rastros de vida volvemos a la rutinaria vida donde recordamos al muerto pero ya no lo sentimos como parte de uno mismo.
La hipocresía argentina es tan fuerte que mañana, cuando otra chica o chico muera, sea violado y aparezca destrozado volveremos a ser solidarios y realistas. La mentira que vivimos día a día nos convierte en parte de todas las falsedades que caminan con nosotros en cualquier calle de este ancho y largo país.
La hipocresía argentina es así. Es triste y lamentable, decadente pero por lejos cada vez mas abundante. Vivimos como queremos y como nos dicen porque, parece, a nadie le molesta, todavía, la piedra en el zapato. A nadie le asusta que esta realidad de hoy empeore mañana y tengamos que aprender a vivir escapando para poder llegar a contar, algún día, que hemos sido más rápidos que las balas de la delincuencia.
La hipocresía argentina es así y cada día está peor.