lunes, 31 de diciembre de 2012

Trescientos sesenta y cinco



Tal vez sea más liviano el peso que cargan mis hombros. Quizás la mochila se ha alivianado con el paso del camino, de los días. Quizás. Los sufrimientos pasados que hicieron mis huellas mas profundas hoy están allí, marcadas y reflejando lo que costo llegar a este punto. Las alegrías vividas, también, están ahí. Están, algunas florecidas y otras a punto de mostrar su belleza. La felicidad no es un estado, es un camino.
Hoy, época de balances, mucho significa el haber andado con un rumbo dirigido mayoritariamente por esa senda venturosa. Aunque, como debe ser, los días no siempre son soleados, no. Hubo lluvia pero, la lluvia abona el suelo que riega, enriquece a la naturaleza y elimina las rajaduras que el tiempo de sequía ha dejado. Así que, no ha sido del todo malo.
Hoy, tal vez, pise con más tranquilidad y mis pasos apenas estén marcados que solo se ven con algo de atención. Sin embargo, al ver mas atrás, se puede entender las razones y las decisiones que me han dejado aquí donde ahora estoy parado, más allá de la liviandad de mí presente andar. Lo que ayer fue incertidumbre hoy, de a poco, se vuelve mas claro.
Hoy, época de balances, hay que olvidar lo que no fue para que pueda ser. Hay que volver a cargar la espalda con una nueva maleta para volver a asumir el desafío de volver a vernos en este punto, en esta circunstancia dentro de 365 nuevas oportunidades de soñar con los ojos abiertos creyendo que si se quiere… se puede.

jueves, 27 de diciembre de 2012

Escribiría en todos los idiomas pero...



Escribiría en todos los idiomas el significado de lo que siento pero, simplemente, te amo seria la única que podría reflejar un poco de toda la realidad. Ni tampoco. La misma existencia de tu bondad hace que los buenos se sientan oscurecidos o, quizás, un poco menos bonachones.
Escribiría en todos los idiomas el significado de una caricia, de un simple contacto de tu piel sobre la mía, un simple roce de tus dedos en mi mejilla y, sin dudas, no lograría darle el verdadero significado a  tanta ternura.
Escribiría en todos los idiomas lo que representa estar junto a vos, compartir el tiempo juntos pero, pecaría de ineficiente a la hora de mostrar que ni los minutos ni las horas de un mundo entero serian significativas para representar un segundo con tus ojos puestos en los míos.
Escribiría en todos los idiomas para que el universo sepa de tu corazón sincero y sensible, de tu alma pura, de vos pero no podría hacerlo mejor, ni mucho menos, de lo que has dejado a lo largo del camino que has recorrido. La palabra maldad no existe en tu vocabulario pero si hay muchos sinónimos de dulzura, sinceridad y humildad.
Escribiría en todos los idiomas para que el mundo te conozca pero, por suerte, tu voz puede hacerlo mejor que mis letras.

lunes, 24 de diciembre de 2012

Nos han vencido...


Nos han vencido, nos han doblegado,
las costumbres y los hábitos han desaparecido.
Nos han borrado y sometido
a las tradiciones ajenas.
Nos han impuesto las creencias de otros,
creencias que nos alejan del origen
que nos separa del sentido y la razón.
Nos han vencido, nos hemos doblegado
a subsistir y asistir a un espectáculo comercial,
a presenciar una festividad poco sincera
pero cargada de estadísticas y promociones metálicas,
plagada de ofertas sin corazón,
desbordadas de deudas y falsas promesas.
Nos han vencido, hemos sido usurpados por la materialidad
lejos de la necesidad y cerca del derroche innecesario,
distante del nacimiento que da origen al sacrificio
pero más de acuerdo con un pintoresco señor que reparte moños.
Nos han vencido, nos han doblegado
los tiempos y las generaciones que llegan sin saber la verdad,
comprando un presente que nada se parece al que es.
Nos han vencido, nos han doblegado
por un poco de dinero,
por un poco de festejo
y olvidamos en la mesa el verdadero festejo,
la razón de estar reunidos,
la familia completa.
Nos han vencido, nos ha doblegado
el capitalismo consumista
pero,
todavía seguimos festejando
que la familia siga viniendo.

domingo, 2 de diciembre de 2012

La mejor manera...



La mejor manera que encuentro para no desmerecer es pensando en que podría ser yo el que está del otro lado.
La mejor manera que encuentro para no criticar es pensar que puedo estar equivocado.
La mejor manera que encuentro para competir es que puedo superarme a cada instante. Solo a mi mismo y mis propias limitaciones.
Lo mejor de aprender es que puedo hacerlo en todo momento sin importar dónde, cuándo o con quién. Siempre hay algo que puede hacer la diferencia si dedicamos unos segundos en aprehenderlo.
La mejor forma de sociabilizar es escuchando mas de lo que se dice, sin trabas ni pensamientos egoístas. Sin prejuicios ni criticas, solo por el hecho de conectar y acercar personas.
La mejor manera de crecer es estando dispuesto a atravesar las fronteras de las dificultades y la diferencias, comprendiendo que cuesta arriba es duro pero siempre hay forma de llegar.
La mejor manera de armar es creyendo en uno sin destruir lo ajeno. Comprendiendo que lo armado puede ser bueno y unas cuantas buenas ideas, que solos no habríamos concebido, pueden hacerlo aun mejor.
La mejor manera que encuentro para ser solidarios es asimilando que el de al lado sufre y siente como uno, que puede estar en lo cierto o equivocado, que puedo estar necesitado o no, que puede escuchar y hablar, que puede ser tan bueno, o mejor, que uno pero, quizás, le hace falta una palabra, un gesto o una acción para salir de su miseria y nosotros podemos dársela. Eso, nos iguala como humanos no como seres acumuladores de posesiones materiales.
La mejor manera de llegar es empezando ahora, sin perder el tiempo porque en cualquier instante puede ser muy tarde.
La mejor manera de superar las diferencias es acercando las similitudes y no dividiendo las ideas.
La mejor manera siempre es aquella que viene un segundo después al que reaccionamos. Un poco después en que comenzamos a preguntarnos ¿por qué no?